Las personas que tienen niveles bajos de actividad física toda su vida están en mayor riesgo de enfermedad arterial periférica (EAP).
Las personas que sufren de EAP tienen arterias más estrechas en las piernas que reducen el flujo sanguíneo y afectan la capacidad de caminar.
Los investigadores examinaron la EAP en 1.381 pacientes remitidos a una prueba llamada angiografía coronaria electiva. Se detectó la enfermedad de las arterias en el 19 por ciento de estos pacientes. Los investigadores observaron entonces la actividad recreativa de toda la vida de los participantes. La evaluación incluía actividades vigorosas como trotar, actividades moderadas como el golf, y actividades ligeras como pasear.
La EAP fue casi el doble de común entre los pacientes menos activos (25.6 por ciento) que entre los que eran físicamente activos (13.7 por ciento). Tras tomar en cuenta otros factores de riesgo, los investigadores determinaron que los pacientes que no reportaban LRA regular tenían 1.5 veces más riesgo de desarrollar EAP.
Las personas que hacen actividad recreativa de forma regular, incluso ejercicio leve como pasear, durante toda su vida, son mucho menos propensas a desarrollar EAP que limite el estilo de vida y amenace a las extremidades.
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