23 ago 2011

estafa del gobierno



Hoy, el Sr Rodríguez Zapatero ha solicitado un cambio en la Constitución para limitar y exigir un techo de deuda  y gasto en el Estado Central, Autonomías, Ayuntamientos, Diputaciones, etc.


¡vaya par!

A buenas horas. Una de las primeras "ideicas" (palabreja que utiliza una amiga mía de Teruel) que tuvo este presidente fué anular la norma del PP sobre limitación de gasto. Ahora nos viene con estas. Espero que la letra pequeña diga que los que no cumplan esta norma vayan a un proceso penal y puedan entrar en la cárcel. En caso contrario no servirá de nada.

El PP está de acuerdo. Al señor Rajoy por plantear esto mismo le llamaron de todo. Un defecto de la edad es la memoria. ZP ya no engaña. 

¿A que no hay huevos para plantear el procedimiento penal para los incumplidores?. 

Los malgastadores, a la p... cárcel.


Nota sobre la aplicación constitucional


Incluir el techo de gasto para que la Constitución recoja la limitación del déficit, exigirá una reforma de la Carta Magna, para la que es necesario un respaldo de los tres quintos del Parlamento.
Para llegar a esta cifra no habrá problemas si se ponen de acuerdo el PSOE y el PP. Ellos solos tienen 321 escaños en el Congreso (169 de los socialistas y 152 del grupo popular) de los 350 existentes 
91,71%

En el Senado, estos dos grupos suman 226 de los 264

85,60%


En caso de que no hubiera acuerdo, lo que parece improbable en esta ocasión, se tendría que crear una comisión paritaria de diputados y senadores que elaborara un texto para su posterior votación en las Cámaras. Si aún así no saliera adelante, y siempre que la iniciativa hubiera obtenido la mayoría absoluta en la Cámara Alta, podrá ser aprobada por el Congreso por mayoría de dos tercios.
Una vez que las Cortes le hayan dado el visto bueno, la reforma será sometida a referéndum si así lo solicitara una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras dentro de los quince días siguientes a su aprobación. En este caso, este 10% solo sería posible presentarlo por miembros del Senado.


Estoy de acuerdo en lo inevitable de la propuesta, pero también creo conveniente en exigir a nuestros dos principales representaciones en el Parlamento y Senado, que propongan el referéndum, aunque según la Constitución no sea estrictamente necesario.




Todo para el pueblo, pero sin el pueblo.


¡Me dan repugnancia y asco!