Cuatro peligros tras la jubilación: no caigas en ellos
Inmovilismo físico
Según la profesora Mª Rosario Limón, se manifiesta a través de la quietud, la pasividad, la inactividad y el apoltronamiento. No hay menor receta para salir de él que llenarse de actividad.
Inmovilismo mental
Si sufres desinterés, te llenas de melancolía, sientes constante aburrimiento o desmotivación es que estás afectado por este problema. La solución pasa por buscar información e interesarte por la formación.
Inmovilismo afectivo
De pronto te sientes solo, te minusvaloras, abandonas tus relaciones personales con los amigos o pareces deprimido. La receta para salir de esta situación es buscar nuevas formas de convivencia e integrarte en alguna asociación.
Inmovilismo social
Se caracteriza por la desvinculación, el aislamiento y la automarginación. Huye de este peligro mediante la participación y el compromiso social.